La pobreza energética es la incapacidad de un hogar de satisfacer una cantidad mínima de servicios de la energía para sus necesidades básicas,
como mantener la vivienda en unas condiciones de climatización
adecuadas para la salud (18 a 20º C en invierno y 25º C en verano).
Las causas que
generan esta precariedad energética son diversas: bajos ingresos del
hogar, calidad insuficiente de la vivienda, precios elevados de la
energía, precios elevados de la vivienda, etc.
Sus consecuencias en
el bienestar son también variadas: temperaturas de la vivienda
inadecuadas, incidencias sobre la salud física y mental (incluyendo
mortalidad prematura de ancianos), riesgo de endeudamiento y desconexión
del suministro, degradación de los edificios, despilfarro de energía,
emisiones, etc.
FICHAS DIDÁCTICAS ELABORADAS POR LA ASOCIACIÓN DE CIENCIAS AMBIENTALES
La rehabilitación energética de las viviendas mediante incentivos económicos es una vía para reducir la pobreza energética
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