lunes, 2 de diciembre de 2013

Rehabilitación de fachadas y mejora de la eficiencia energética.

Teniendo en cuenta criterios de eficiencia energética, es lógico pensar en aprovechar la instalación de andamios estructuras auxiliares para reforzar y mejorar la calificación energética del edificio.

Para ello, existen diversos tipos de intervención que tienen que ver con la fachada como elemento importante de la envolvente térmica, por la que el edificio intercambia energía con el ambiente. Estas intervenciones se basan en la adición de aislante térmico, que conllevarán importantes beneficios a costes razonables.

Centrándonos en la disposición del aislamiento en la composición final de la fachada, podemos establecer tres soluciones. Puede existir otras, pero las que a continuación se exponen son las más extendidas y están acreditadas y avaladas por Andima, la Asociación Nacional de Industriales de Materiales Aislantes:
  • Rehabilitación de fachadas con aislamiento térmico por el exterior.
  • Rehabilitación de fachadas con aislamiento térmico por el interior.
  • Rehabilitación de fachadas inyectando aislamiento térmico en las cámaras. Se puede ejecutar desde dentro o por el exterior.

 

Aislamiento térmico por el exterior

 

Aislamiento térmico exterior fachadaEsta solución es quizás la más extendida, aunque requiere de ciertos requisitos que no siempre se pueden dar. También es la actuación más eficiente, ya que al actuar desde el exterior se corrigen todas las situaciones de puente térmico, evitando paramentos fríos y por tanto, la posibilidad de sufrir condensaciones superficiales, con la consiguiente falta de confort que conllevan. De esta forma se aprovecha la inercia térmica del soporte, manteniendo el muro caliente. En este sentido, y sobretodo en edificios de ocupación permanente, la inercia ayuda a estabilizar las temperaturas y a reducir consumos de energía para la climatización de los espacios interiores.

Esta opción de rehabilitación de fachadas y mejora de la eficiencia energética está especialmente indicada en comunidades de propietarios, en que se pueda actuar sobre la totalidad del inmueble, previo acuerdo de los ocupantes. Otras ventajas son la escasa interferencia en el día a día del usuario, al actuar los operarios en estructuras por el exterior. Además, no se reduce la superficie útil de las entidades. 

¿Cuándo está desaconsejada esta solución? En aquellos casos de edificios con algún tipo de protección por parte de patrimonio, ya que supondría una alteración de las condiciones estéticas.

Un ejemplo interesante de este tipo de rehabilitaciones es el conocido como sistema SATE, en que se aisla la fachada mediante poliestireno expandido, se recomienda especialmente ya que aporta seguridad debido al refuerzo que supone gracias a su capa exterior de revoco de mortero, protegiendo la fachada de solicitaciones climatológicas, mecánicas o químicas.

Aislamiento térmico por el interior

 

Esta solución de rehabilitación de fachadas se recomienda en aquellos casos en que no sea posible actuar por el exterior, ya sea por imperativos estéticos como por cuestiones económicas, en que no se contemple la instalación de andamios. También se deberá tener en cuenta la pérdida de superficie útil, y si queda compensada por el ahorro debido a la elección del sistema.

También se debe valorar la elección de este sistema en aquellos casos en que se realicen otros trabajos de reforma en el interior del edificio, como sustitución de pavimentos, carpinterías…

El sistema más habitual es el de añadir el material aislante dentro de una cámara de nueva formación, mediante el trasdosado por el interior del muro de fachada. Este material puede ser poliestireno expandido, lana de roca… El trasdosado se puede ejecutar mediante placas de yeso laminado o bien de ladrillo cerámico. 

Las ventajas más destacadas son:
  • Posibilidad de intervenciones parciales de unidades residenciales, locales… El nivel técnico requerido no es tan alto como el sistema anterior, pudiendo abordarse su ejecución en el marco de una reforma de otros elementos del interior.
  • No se necesitan sistemas auxiliares, por lo que se aconseja en edificios con algún grado de protección.
Finalmente, mostramos el sistema de adición de aislante mediante el relleno de la cámara existente:

Aislamiento térmico inyectando en la cámara

 


Consiste en el relleno de material aislante, mediante aire a presión, en el interior de las cámaras existentes en cerramientos de fachada a través de pequeñas perforaciones, ya sea por el interior como por el exterior. En este sentido, tiene las ventajas ( o los inconvenientes) de los dos sistemas anteriormente expuestos.

El material a utilizar puede ser la celulosa, producto de alta eficiencia y bajo coste, que ofrece protección térmica y acústica, además de control de condensación y de la humedad ambiental.

Fuente: CertON

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